Matrioshkas
Cuento
Sandra Patricia Rey
Leer Fragmento
Editorial Ruinas Circulares
100 páginas
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"La literatura no tendría en sí misma marcas estéticas o literarias. Hay escritores que son más barrocos, que inflan el estilo, que escriben con marcas literarias que no necesariamente agregan valor literario. Frente a la facultad que, como agencia de canonización, valora las escrituras que tienen más marcas literarias y menos las más despojadas, suspendo el juicio y caracterizo: hay escrituras con marcas literarias y escrituras que las borran. Obviamente considero que hay valores, escrituras que me gustan o no me gustan. Algunas de las que tienen marcas literarias para mí son malas, recargadas. En cambio, otras mucho más modestitas me interesan más porque tienen una vibración diferente."
Josefina Ludmer, "Aquí América Latina"
Se dijo de "Cajas chinas": "Aquí se trata de un juego de identidades que, desde ya, va más allá del texto para instalarse como una especial problemática en la literatura: dicho en pocas palabras, ¿quién importa, el autor o el personaje inventado por el autor? Así, leemos ya desde el marco se nos propone esta especie de juego de adivinanza que, quizás, no tenga solución, ya que autor y personaje se funden" (Patricia Somoza, editora y periodista cultural).
Como en éste, en todos los cuentos de este volumen, se plantea un tema crucial, el origen del hecho literario. Distintos recursos estilísticos, de registro y de vocabulario se van desplegando ante el lector. En capas, como las muñecas rusas que sirven de título. Una sumatoria o combinatoria de experiencias vividas. Una apuesta a lo que vendrá.
SANDRA PATRICIA REY NACIÓ EN BUENOS AIRES, el 19 de enero de 1962.
Es abogada, graduada en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA.
Ha participado de talleres literarios y publicado cuentos y poesías, en diversas antologías. Su cuento "Tsunami" ha merecido la Recomendación del Jurado, en el V Certamen Literario de Ruinas Circulares (2012).
Este es su primer libro editado. Tiene una novela, inédita, que fiel a la cabra de su signo zodiacal, no puede dejar de corregir.
Continúa viviendo en esta ciudad que no duerme, mientras ella, aún despierta, sueña.