Poesía
Cuatro sutiles voces interpretan este preludio, tomadas de las manos, del amor, de ese tan necesario advenimiento feminista, hermanadas por la poesía Jimena Cano lo hace cuando dice desde su profunda singularidad poética “mi voz grito de un pájaro mudo” o nos convoca a “amar la imperfección, tan humana, tan nuestra”. Susana de Iraola denota la nostalgia de su voz “la boca es un túnel de techos derrumbados”. Se pregunta “¿mentirá oscuridades el sueño cotidiano cuando abrigue en su barro el ensayo final? La delicada poética de Griselda Facta, pide redención “invocaría a un dios pagano que me hunda o me salve “. Y desde la poesía se levanta “no estoy sola ...
Poesía
Todo artista tiene sus momentos de oscuridad: las pinturas negras de Francisco de Goya, los estudios sin luz de Andrés Segovia. Hay tiempos en que esa oscuridad parecería hacerse más densa. Y la poesía de Susana de Iraola la trae a primer plano, la vuelve familiar, porque esas sombras no son más que la corporeidad de un malestar existencial, metafísico: “Hay un punto sin fin en mi memoria / algo que desconozco / sobre esos muros que nos cercan / algo / algo que nadie sabe / algo velado algo / que es sacrificio de cordero / algo sucio y oscuro / que nos persigue cada noche”. Con poemas breves, concisos, despojados como huesos al aire, lo ominoso se va ...
Antología Poética
Según el Génesis dijo Dios que haya luz y hubo luz. Esta es la adecuación de palabra y ser, de la mitología que aún subsiste en nuestro inconsciente. Pensamos que la poesía puede rescatarla, o que la poesía no representa sino que presenta. No obstante, si la poesía dice “luz” está significando mucho más que eso, que no es un referente objetivo sino la mera acepción de un diccionario. No es la luz del Génesis, ni la del post-diluvio, ni la de la Revelación: es la luz del caos como orden increado, la de la caída en lo múltiple. El lenguaje, ya de por sí, se refiere a otras palabras que a su vez remiten a otras palabras, en un ...
Poesía
“las palabras del verso son sabias/ sus resplandores se agitan con el tiempo/ implosionan en los misterios de la lengua/ conocen la profundidad del núcleo” expresa Susana de Iraola en este poemario de singular belleza estética. Su voz transita un universo de puertas clausuradas y larvas dibujadas en la sonrisa, de padres zurcidos en el desprecio, y madres como perras salvajes escarbando el sonido de máquinas de coser. Con imágenes espléndidas e inequívocas despliega su poética tocando temas, recuerdos, sensaciones que quedan resonando en el lector como notas de piano en casas abandonadas de larvas y clausuras. Laura Yasan ...
